Como fuegos artificiales


El sistema de procesamiento visual es, por lo que sabemos hasta el momento, algo altamente organizado, en donde podemos encontrar neuronas que responden a especificidades tales como determinados ángulos de desplazamiento, determinados ángulos de inclinación, etc. La siguiente imagen alude a ello y nos lo muestra de una forma muy bella.

 
Lo que vemos es una formación neuronal del sistema visual de un ratón, concretamente lo que vemos son neuronas de la retina, concretamente las células ganglionares que reciben la información desde los famosos conos y bastones de la retina, las células que reaccionan a la luz, para luego enviarla al cerebro. Esta imagen está captada gracias a una modificación genética que convierte a las neuronas de la retina en fluorescentes cuando son activadas. Lo que vemos no son todas las neuronas de la retina con que cuenta el ratón en sus ganglios sino el conjunto de neuronas de la retina que se activan ante una característica muy concreta del estímulo, en este caso la verticalidad del desplazamiento (el estímulo con el que se captó la imagen era una línea que se desplazaba de arriba a abajo). Es decir, la imagen ha capturado el conjunto de neuronas que se activan cuando en el campo de visión que “vigilan” estas neuronas algo “pasa” en dirección arriba-abajo.

Los largos filamentos que convergen hacia el centro son los axones de estas neuronas de la retina ganglionares que envían la información al cerebro componiendo el nervio óptico.

Por supuesto, existen neuronas de la retina que se activan ante la presencia del resto de direcciones posibles. Podemos darnos cuenta gracias a ello de la complejidad y especificidad del procesamiento visual y la extraordinaria organización del sistema.