Un cerebro ‘simplificado’ permite aprender mejor el idioma

El robot humanoide iCub, en funciones desde hace varios años, ahora es capaz de entender lo que se dice y anticipar el final de una frase. Esta proeza tecnológica ha sido posible gracias al desarrollo de un ‘cerebro artificial simplificado’ que reproduce ciertos tipos de conexiones llamadas ‘recurrentes’, que se observan en el cerebro humano.

La capacidad del robot humanoide iCub de aprender un idioma se basa en una ‘red neuronal artificial’, construida sobre los principios fundamentales de la capacidad del cerebro humano para aprender un nuevo idioma. Crédito de la imagen: © Inserm / P. Latron

Este sistema de cerebro artificial permite que el robot aprenda y entienda nuevas oraciones con una estructura gramatical nueva. Es capaz de establecer un vínculo entre dos frases, e incluso puede predecir el final de la frase antes de que suceda.

Los investigadores del Inserm, del CNRS y de la Universidad de Lyon han tenido éxito en el desarrollo de una ‘red neuronal artificial’, construida sobre los principios fundamentales de la capacidad del cerebro humano para aprender un nuevo idioma. El modelo fue desarrollado después de años de investigación en la Unidad 846 del Inserm (Instituto de Investigación sobre las células madre y el cerebro) a través del estudio de la estructura del cerebro, y la comprensión de los procesos de aprendizaje.

Uno de los aspectos más notables del procesamiento del lenguaje es la velocidad con la que se lleva a cabo. Por ejemplo, en tiempo real nuestro cerebro procesa las primeras palabras de una frase y anticipa las siguientes, lo que mejora la velocidad con la que se procesa la información. También en tiempo real, el cerebro continuamente revisa sus predicciones a través de la interacción entre la nueva información y el contexto previamente formado.

Una consecuencia importante de la investigación es que contribuirá a que un día los robots tengan la capacidad de aprender un idioma un día.

Actualmente no es posible programar todos los conocimientos necesarios en un robot. Ahora sabemos que la forma en la que los robots adquieren su conocimiento del mundo podría lograrse parcialmente a través de un proceso de aprendizaje, de la misma manera que lo hacen los niños, explica Peter Ford Dominey, director de investigación del CNRS.

El trabajo se ha publicado en la revista PLoS ONE.