Robót para sitios de difícil acceso


El nuevo proyecto FINESSE, de la NASA, tiene por objeto estudiar mediante sistemas robóticos la formación de volcanes, la evolución de las cámaras de magma, la mecánica y la cronología de la formación de cráteres de impacto, así como la geología y la química de terrenos que se fundieron en estos puntos de impacto. Se pretende que estas observaciones se lleven a cabo con la menor intervención humana posible, todo ello con miras a prepararse para un segundo objetivo mucho más ambicioso: Obtener experiencia para futuras investigaciones geológicas del mismo tipo pero en lugares de acceso aún más difícil: La Luna, los satélites de Marte y algunos asteroides.

El equipo del proyecto FINESSE realizará exploraciones en lugares de la Tierra con características geológicas que sean lo más parecidas posible a las de algunos astros del sistema solar.

Por ejemplo, la formación de cráteres de impacto es el proceso geológico dominante en la Luna, los asteroides y las lunas de Marte. Estudiar cráteres en la Tierra con las mismas herramientas que serán enviadas a esos astros puede ayudar a calibrarlas correctamente y a ganar experiencia que sea útil para las futuras misiones fuera de nuestro planeta.

El vulcanismo es otro proceso geológico que ha modificado de manera significativa la superficie de los planetas. El equipo estudiará los procesos, características y tipos de roca volcánica relacionados con erupciones, así como la formación de volcanes, tubos de lava, restos petrificados de antiguos flujos de lava, y concentraciones de rocas volcánicas.
El robot K-Rex. (Foto: NASA / Lorenzo Fluckiger, CMU Silicon Valley)
Entre las operaciones, destaca una misión robótica con la participación del robot K-Rex, de tipo rover, y un conjunto de vehículos aéreos no tripulados (UAVs, por sus siglas en inglés), comparables en algunos aspectos a los drones usados en tareas de vigilancia y apoyo. En el simulacro planeado, el K-Rex, desarrollado por el Grupo de Robótica Inteligente del Centro Ames de Investigación de la NASA, en Moffett Field, California, Estados Unidos, llevará a cabo las operaciones que realizaría un robot en la superficie de la Luna o de otro astro con geología similar, mientras que los vehículos aéreos no tripulados cumplirán el papel de sondas espaciales en órbita al astro. El equipo también utilizará un laboratorio miniaturizado para la identificación de minerales. Este minilaboratorio portátil deriva del instrumento CheMin, instalado a bordo del robot Curiosity, que aterrizó en Marte en agosto de 2012.