Agentes inteligentes


Uno de los conceptos ampliamente utilizados en la inteligencia artificial es el concepto de Agente. Un agente como descripción general es un elemento lógico que definimos con un propósito concreto y que toma acción en un momento determinado de la ejecución con la finalidad de acercarnos a la consecución de nuestros objetivos.

1. Estructura del agente

Un agente tiene generalmente una estructura en la que se identifican 4 elementos: capacidad de percepción, capacidad de acción, objetivos y entorno.

1.1 La capacidad de percepción

viene definida por los elementos capaces de reconocer de los que dispone el agente. Pueden ser sistemas sencillos en los que la percepción puede ser la detección o no de intrusos en su área de acción (definida fácilmente con un booleano) o bien mecanismos más complejos como una matriz de NxM que refleje la visión del agente en una orientación y momento concreto del tiempo y que requerirá un proceso más intenso e incluso una abstracción para agilizar cálculos.

1.2 La capacidad de acción

Vendría definida por el conjunto de los movimientos, cálculos o respuestas en general que puede llevar a cabo el agente. Pueden ser tan sencillos como (giro izquierda/giro derecha/avanzar/retroceder) o más complejos como (evadir/emboscar/atacar/confundir).

1.3 Los objetivos

Son la esencia del agente. El comportamiento del mismo irá orientado a la consecución de los mismos.

1.4 El entorno

Es una característica externa al agente pero que condiciona su comportamiento. Puede ser un mundo tridimensional o una abstracción del mismo reducida a eventos. En otros casos puede ser una matriz la que modele el entorno o incluso un grafo que represente una topología concreta.

2 Tipos de agentes

Existe una primera clasificación de los agentes en función de diferentes aspectos como su grado de percepción del entorno o de su capacidad de proceso lógico.



El primero de ellos se basa en reglas sencillas y utiliza aserciones lógicas para llevar a cabo el proceso lógico que decide que acción tomar a cabo. No se tiene en cuenta el entorno donde se desenvuelve más que en la creación de las reglas.



Son rápidos y muy apropiados si el mundo es fácilmente modelable y las acciones generan el resultado apropiado de forma determinista y predecible.

2.2 Agentes bien informados de todo lo que pasa

En este aspecto se requiere un modelo más preciso del entorno donde las acciones que llevamos a cabo produzcan un resultado concreto y podamos observar la evolución del mundo.


2.3 Agentes basados en metas

Este tipo de agentes son más complejos puesto que requieren estructuras más complejas para garantizar comportamientos donde puede ser necesario el uso de técnicas de planificación o de búsqueda complejas que lleven al propio agente a la consecución de sus objetivos.



Se modificará el comportamiento en base a la retroalimentación recibida de aplicar las acciones concretas variando así su planificación o sus parámetros de búsqueda.

2.4 Agentes basados en utilidad

Estos se utilizan cuando no solo es necesario llegar a unos determinados objetivos de forma concreta sino que es necesario llegar de una forma eficiente.
Para ello se utiliza una función de utilidad acotada entre 0 y 1 que determina el grado de acercamiento a la meta que producirá el abanico de acciones disponibles. Distribuyendo dicho contenido en un acercamiento nulo (funcion de utilidad igual a cero) y una consecución de la meta (valor igual a uno).
De la correcta definición de la función de utilidad depende el grado de desempeño del agente.

3. Arquitectura de un agente


Existen diferentes arquitecturas actualmente.

3.1 Basadas en la Lógica.

Conocidos también como agentes deliberativos, toman decisiones basadas en funciones lógicas que caracterizan el comportamiento. Un ejemplo sería: SI sensor_choque == ACTIVADO ENTONCES dirección = atrás.

3.2 Agentes reactivos

Este tipo de agentes actúa en función de los estímulos externos sin tener en cuenta el tiempo pasado del entorno ni el futuro del mismo. Responden de forma directa proporcionando un tiempo de respuesta y de proceso muy alto.

3.3 Arquitectura creencia-deseo-intención.

La toma de decisiones pasa por la interacción y el proceso de los elementos almacenados en las estructuras de creencias, deseos e intenciones. Se basan en deliberar primero que hay que hacer en base a los deseos utilizando las creencias y seleccionando posteriormente las acciones a realizar del grupo de intenciones.

3.4 Arquitecturas híbridas.

Se tienen en cuenta varias capas que utilizan conceptos del resto de arquitecturas. Suelen ser muy eficaces para el entorno concreto en el que se desarrollan pero poco generalizables a problemas que no sean muy similares.
La elección de una o de otra será en base a nuestro entorno por lo que no hay una mejor o peor solución sin la aplicación al problema en concreto.

4. Los tipos de Entornos o Ambientes

A la hora de construir un agente inteligente se tendrá muy en cuenta el entorno para el que se crea. Podemos encontrar varios tipos de entorno.

4.1 Accesibles/No accesibles.

Si a través de los sensores el agente tiene acceso al estado completo del entorno, este es accesible.

4.2 Deterministas/No deterministas.

Si es posible conocer a partir del estado actual y la decisión tomada del agente, el estado futuro del propio entorno y del mismo agente.

4.3 Episódicos/No Episódicos.

Es posible dividir el estado del agente en episodios con características propias.

4.4 Estáticos/Dinámicos.

El ambiente puede cambiar mientras el agente toma una decisión.

4.5 Discretos/Continuos.

Cuando es posible concretar todos los estados del entorno, este es discreto. Cuando no es posible debido a la cantidad y al tipo de variables que intervienen, este será continuo.
Los entornos por lo tanto condicionas en gran medida al agente que queremos construir. De la experiencia dependerá que creemos agentes más precisos y adaptados al entorno y que desempeñen por tanto su trabajo con un mayor grado de precisión y eficiencia.